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50 + 50 por Víctor Valqui Vidal

50 + 50 por Víctor Valqui Vidal

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9. Historia verdadera
Llego un telegrama con la noticia trágica. José, el amigo íntimo de la familia había fallecido hoy día. Era piloto. Su avión estuvo en la selva y una tormenta brava lo agarró. Toda la familia lloraban, pero no María, ella estaba en su cuarto tomando la siesta. Se discutía de cuando se daría esta noticia á María. Ella era la engreída de José. De pronto alguien descendía por las escaleras. Era María quien sonriendo dijo:
• Acabo de hablar con José en mi cuarto, manda muchos saludos. Se va de viaje.
María tenía cinco años.

Lima (1955)

M&M
Cada momento
de la vida es
un milagro y
un misterio.

(2008)

8. Dogo

Mi papá, mi tío y yo caminábamos en el centro de la cuidad de Lima. Yo tenía cinco años. Estábamos comprando material para un trabajo de carpintería que mi papi tenía que hacer. De lejos mi papá reconoce á un paisano. Un cocinero especialista en la comida norteña.
• Hola cocinero, ¿Cómo estas hermano?, lo saludo mi padre.
• Bien maestro, haciendo compras para un cachuelito.
Después de los primeros saludos, el cocinero cuenta que su esposa acababa de fallecer. El estaba solo con su hijo de ocho años. Después mi papá le pregunta:
• ¿Porque no nos haces mañana un cabrito a la norteña para el almuerzo?
• Si, si maestro. Me paga ahora y yo tengo listo el cabrito mañana. Yo vivo en la barriada Santa Rosa, número 13, al otro lado del cerro.
Al día siguiente fuimos a la barriada, cerca al cerro San Cristóbal. Entramos en la casa del cocinero, y había un olor fantástico a ají, ajo, condimentos norteños, arroz, camote,
y muchas otras cosas. Me acordaba de los olores en la casa de mi abuelo en Moche, en Trujillo. Nos sirvió, y que cosa más deliciosa, la carne estaba blandita y riquísima. Los mayores bebían chicha de jora y yo Inka Cola.
Después de un rato, se escuchó en la calle la voz de un niño que gritaba:
• Dogo, Dogo, ¿Dónde estas Dogo?
El niño entra a la cocina y grita, casi llorando:
• ¡Papá, que has hecho con Dogo!
El cocinero entro en la cocina y murmuró:
• Cállate hijo, ten ándate al cine, mañana te compro otro perro.
Mi tío y yo asombrados y con la boca abierta miramos a mi padre, y el dijo sin titubear:
• ¡Vamos sigan comiendo, carajo!, sabe muy rico y además ya hemos pagado.

Lima (1950)

EMPATÍA

Me hiere,
cuando
te hiero.

(2007)

7. La tía

Tito tenía una tía, solterona y ya redondeando los 60 años de edad. Le gustaba mucho participar en actividades sociales, tardes de fiestas y recepciones para las personas de la tercera edad. Pero la tía tenia un problema muy grande, debido a razones que la ciencia de la medicina no podía explicar se tiraba pedos cada hora. Venían con precisión de reloj, no apestaban pero eran muy ruidosos. Muchos médicos nacionales e internacionales la habían analizado pero no pudieron encontrar remedio. El último doctor que la vio en Paris le dijo usted tiene que aprender a vivir con su problema, pero no morirá de este problema.
La tía muy creativa encontró una solución para su problema. Tito, que tenía diez años en esa época, siempre acompañaba a la tía en sus reuniones sociales. Cada vez que le salía un pedo decía:
• Tito, niño cochino. Disculpen por favor Tito tiene mucho aire en su estómago.
Tito mostraba un poco de vergüenza y pedía disculpas. Después la tía le daba una buena propina. Este fue el primer trabajo de Tito.

Lima (1949)

POESÍA

Sistema en la locura
y
locura en el sistema.

(2008)

6. Esas rutinas

Mi papá era un patriarca de la escuela vieja. Todos sus días estaban compuestos de las mismas rutinas. Hacía lo mismo en la mañana antes de ir a su trabajo y en la noche cuando estaba en la casa. Yo lo definía como el hombre de las rutinas. Esas rutinas me irritaban mucho.

Una mañana, cuando tenía seis años, a la hora del desayuno mi papa estaba ya sentado en la mesa. En su mismo sitio. Leyendo el periódico de la misma manera como siempre, de atrás para delante. Comía lo mismo, en el mismo orden todos los días. Yo me senté al frente de el, no lo miraba, y comencé poniendo un tajo de queso en mi mano izquierda, untando la mantequilla sobre el queso y agarre un pedazo de pan y lo puse sobre el queso con mantequilla.

Mi papá me miraba como diciendo que esta haciendo este idiota ahora. Y con su mirada sarcástica me pregunta:
• ¿Crees que así va a saber mejor?
Y yo le respondo con una mirada burlona:
• No se, es la primera vez que lo hago, después te cuento como es.
Mi viejo se puso rojo de cólera. Votó el periódico y estaba listo para darme una cachetada. En eso entra mi mamá que estaba escuchando todo, casi me empuja hacia la puerta y dice con voz de general:
• ¡Apresúrate al colegio que vas a llegar tarde!

Trujillo (1948)

*

HÁBITOS

Vives con ella
por costumbre.
Trabajas con el
por costumbre.
Almuerzas allí
por costumbre.
Ya estás muerto
por costumbre.
(2007)

*

5. Mi papá

No tengo ni el menor recuerdo de mi padre. Cuando tenía un año, salio de la casa. Le
dijo a mi madre que iba a comprar cigarrillos. Nunca más regresó. Mi mamá en un
estado de desesperación y amargura quemó todas las fotos y recuerdos de mi viejo. No
tengo ninguna foto de mi papi. Dos veces al día me veo y me estudio en el espejo.
Tratando de imaginarme la cara de mi papi. Mi viejita siempre me decía cuando estaba
amarga conmigo:
– ¡Tú tienes la pinta de tu padre!

Lima (1947)

*

CONFLICTO

Tu vida tiene
que tener un
¡propósito!
me dijo mi padre.
¡sin propósito!
me canto mi madre.
(2008)

*

4. Los inmigrantes europeos

Terminada la Segunda Guerra Mundial llegaron una cantidad numerosa de europeos a
Lima. Alemanes, polacos, checoslovacos, italianos etc. Todos habían sido soldados en
el ejército nazi o en el ejército fascista, no podían volver a sus países de origen pues
terminarían en la cárcel con el riesgo de pena de muerte. También llegaron yugoslavos
que habían vestido uniformes ingleses. La idea fue que estos inmigrantes fueran a la
selva peruana a colonizar nuevas áreas. Los únicos que dejaron Lima fueron los
alemanes. En estos días hay pueblos en la selva peruana donde la mayoría de la gente es
de origen alemán.

Yo tenía 4 años cuando estos inmigrantes llegaron al barrio. Mis padres los ayudaron
mucho construyendo casas, dándole comida, facilitándoles ropa para estos extranjeros
que llegaron sin nada. Yo preguntaba porque no podían ir a sus países pero nadie me lo
explicaba. Todos sabían que la mayoría habían luchado por los fascistas pero en esta
situación desesperada, eran seres humanos que necesitaban ayuda y como buen cristiano
hay que ayudar al prójimo. Ayudar sin condiciones, ser solidaria con los pobres es la
ideología de los socialistas, decía mi madre.

Mis padres se hicieron buenos amigos de un polaco. Se llamaba Kasimir pero en el
barrio se le conocía como Casimiro, le quedaba bien pues era medio bizco. Mi papá le
consiguió trabajo en la carpintería donde el trabajaba. Después resulto siendo mi
padrino, eso no fue bueno para mí pues generalmente el padrino da unas buenas
propinas para cumpleaños, navidades, etc. Casimiro era patológicamente tacaño. Nunca
me regaló nada, aún cuando le llego mucho dinero. Después de 30 años, la embajada deAlemania lo encontró. Resulta que su familia polaca vivía en Alemania y lo estaban
buscando. Le dieron un pasaje de avión para Berlín y una cantidad enorme de dinero
como indemnización por que había sido soldado en el ejército alemán y además una
pensión mensual.

Después de tres meses en Alemania, cuando llegó el invierno se regreso a Lima y se
compro una casa. No le gustaba Alemania, sus 8 nietos eran todos muy activos en el
movimiento de los nuevos nazistas y los fines de semanas se divertían emborrachándose
y se iban a los barrios donde vivían inmigrantes latinoamericanos, turcos, árabes,
africanos y asiáticos para asaltarlos, pegarles y quemarles sus tiendas. La historia se
repetía otra vez.

Lima (1946)

*

CREDO

Generoso contigo,
generoso con otros,
hacia un mundo
de solidaridad.

(2008)

*

3. Carlos Gardel

Cuando tenía cinco años, venían muchas películas de la Argentina al Perú. El actor y cantante más popular era Carlos Gardel el rey del tango. Las películas eran muy románticas.

Los domingos, para la matinée, mi mamá con sus amigas iban al cine a ver las películas de Gardel. Pero había un problema: como tenia cuatro años no me dejaban entrar a ver películas para mayores. No me podía cuidar mi padre porque el nunca estaba en la casa.

Mi tía Solerinda, francesa casada con mi tío Armando, resolvió el problema. Siempre iba con unas faldas amplias y largas que llegaban hasta el suelo. Me enseño a pararme en sus pies y abrazándole el trasero estar muy quieto mientras ella caminaba. Mi nariz estaba entre sus piernas, cerca de su Venus. Su calzón y su cuerpo tenían un olor maravilloso. Así entraba al cine sin pagar y sin tener la edad requerida.

Ya dentro del cine me sentaba bien escondido entre mi mamá y mi tía. El único problema que tenían era cuando aparecía Carlos Gardel cantando “mi Buenos Aires querido” yo me paraba en la silla y comenzaba a cantar con el.

Lima (1945)

*

AGRADECI-DADA

A todas las mujeres
que he conocido:
gracias por los
favores otorgados.

(2007)

*

2. Lupita

El cuerpo tiene mejor memoria que el cerebro. ¿No han sentido esa experiencia de oler
un perfume e inmediatamente nuestro cuerpo esta listo para abrazar una chica que
conocimos en el pasado?

Eso me pasa cuando tengo contacto con una gata negra. Se hacen presente recuerdos del
tiempo cuando era bebe y estaba en mi cuna. La gata se llamaba Lupita. Esta gata me
adopto, dormía en mi cuna, me cuidaba como si fuera su gatito y nadie se podía acercar
a mi, solo mi mamá. La gata atacó a mi papa varias veces.

En la mañana salía la gata a robar pescado y me lo traía a mi cuna. De esa manera me
servia el desayuno. Para la cena me traía pajaritos muertos. Por eso, creo yo, que me
encantan los gatos, más que los perros, me gusta su independencia, su agilidad y su
movimiento, y por supuesto cómo a todos los gatos me encanta el pescado.

Lima (1943)

*

ODA A LA PEREZA

No persigas objetivos
No seas efectivo
No seas productivo
No pienses en resultados
Degusta la pérdida de tiempo
Disfruta procesos sin fines
Vacía tu mente
Medita
Duerme mucho
Se flojo
Se perezoso
Vive como un gato.

(2008)

*

1. A manera de prefacio

Este libro de cuentos cortos se lo dedico a mi fiel compañera de viajes. Durante más de 30 años ella siempre esta conmigo en cada vuelo de avión y en mis reuniones más importantes en el extranjero. Su nombre es Dustin, ni suave ni dura, siempre lista y oliendo bien. Ahora se le ve un poco usada y decaída, ya los años pesan. Se ve un poco desgastada. Pero sus líneas, su color y su talle todavía muy perfectos.

Toda persona tiene algunas cosas que uno las usan muy a menudo, a veces cada día o varias veces al día. Generalmente son partes de nuestra historia. Por ejemplo tengo una taza grande para mi café con leche que lo compré una vez en Paris en el año 1974. La uso cada día. Sin pensarlo mucho es parte de mi vida. Si se rompe o si desaparecería me dolería mucho. Como si fuera una parte de mí que se perdía. Es parte de mi historia. Lo mismo es mi cama. Imaginase, cuantas horas de mi vida las he pasado en esa cama de calidad extraordinaria. Todo ser humano tiene el derecho a una cama buena.

Dustin pertenece con seguridad a mi colección de cosas muy personales e irremplazables. Ella es la camisa que uso cuando voy de viaje. Muy practica, se lava en la noche y ya está seca en la mañana. No necesita plancheo. Es blanca con rayas negras y con dos bolsillos. Los bolsillos perfectos para el pasaporte y la tarjeta de embarque. El cuello interior es amarillo dorado. No la compré, alguien me la regalo.

Albertslund (2009

*

C-AMA
De todos
las cosas
que nos rodean,
la cama
es la más
importante.
(2007)

*

50 + 50
Poemas y Cuentos Cortos

Víctor Valqui Vidal
2009

Publicados online in ISSUU

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